20.1.06

FUMAR: SÍ/NO


EL TABACO SI/NO

NO.
por José Vicente Oltra.

Me encanta. Si, me encanta que los españoles sean tan cultos que conozcan a Larra más allá de ese best seller monárquico que ha resultado ser “El Doncel”. De otra manera no se explica que tanto canalla tenga esa afición desmedida a convertirme en el cañón de su chimenea, de rociarme el plato del postre de humo cuando no de ceniza. Si, vale, les gusta fumar. Y a mi reencuadernar libros y no por eso rocío su ensalada de engrudo. Puede usted fumar soltando más humo que un barco de los de antes, pero por favor, no nos ahume, ni a mi ni a mis hijos, con sus pitillos, pipas, puros o porros.

El problema es, una vez más, la educación. Si los fumadores respondieran todos a ese perfil de amabilidad extrema que nos quieren vender, no haría falta ninguna ley: el cáncer para el que se lo trabaja y todos tan contentos. Lamentablemente no es así, por lo que la alternativa pasa por educar o prohibir… y como si se educa cabe la posibilidad de que la gente termine pensando y no vote a ningún miembro de nuestra actual clase política, ahí lanzan esta ley. Ley corta, tremendamente corta: para encontrar un bar o cafetería libre de humos recorro tantos kilómetros que debo coger la guía Michelín.
Y es que no nos aclaramos. Si el tabaco es malo, es una droga, ¿a que esperamos para prohibir radicalmente esa peste marrón, para trocar los estancos en mercerías, y de paso castigar todo aquel producto cuyo consumo no solo produzca males en el individuo, sino en los que lo rodean?. A falta del pan de la educación, bienvenidas sean las tortas del castigo.

Puede que se me acuse de pedir un exceso de protagonismo para el estado, pero es que soy de los que creen que éste si debe ser padre; no comulgo con los liberales que se quejan de un estado omnipresente y piden libertad hasta para la seguridad social. Si no me gusta la ley es, precisamente, por corta, por ese miedo coprófago y cobarde que invade de forma natural al PP y de contagio al PSOE, casi ya más liberal que este: ojo que no nos acusen de estatalistas.

No se engañen: en realidad, yo quiero libertad. Libertad para mis pulmones. Rompamos con la dictadura de la nicotina.


SI
por Arturo Robsy

Coincido con mi médico y, ambos, con la ministra de sanidad económica: el tabaco es malo para salud y entrambos para la vida inteligente: el tabaco y la ministra. Porque la ministra y algunos más cobran de mis pulmones y encima me regañan. La cosa del
socialismo, que es muy estatalista: quiere repicar y estar en la procesión.
-¿Has visto que sino más duro?
-A todas horas, querido doctor. Aquí, esforzándonos para que me puedas mirar las resonancias y esas cosas y recetarme jarabitos, y los estatalistas tratando de acomplejar.
-¿Sabes aquel que dice “El hombre guapo ha de oler a vino y a tabaco”?
-Pero me sé el de tres tristes tigres.
Miramos el reloj.
-Te toca. -le digo.
Mi buen médico vigila por la rendija de la puerta:
-Ni uno de UGT.
Y ambos abandonamos la consulta y, como si discutiéramos sobre un colon irritable, llegamos al patio de ambulancias y nos ponermos a fumar como si no fumásemos.
-Si no fuera por nosotros. -comento.
-Imagínate que nadie se muriera. Qué ruina. -filosofa el doctor.
Y, además, nos matamos al aire libre, como está mandado. Si no es el tabaco, será la pulmonía.